Cuando hablamos de las personas sin hogar y de la gentrificación, a menudo nos centramos en el coste humano: el desplazamiento, la inseguridad de la vivienda y la erosión de la comunidad. Pero una consecuencia que a menudo se pasa por alto es el impacto medioambiental.
En Crisis House trabajamos cada día para ayudar a las personas y familias que se enfrentan a los efectos de la desigualdad sistémica. Comprender las consecuencias medioambientales de la falta de vivienda y la gentrificación nos ayuda a abogar por soluciones más sostenibles y compasivas.
El desplazamiento deja huella
Cuando las personas se ven obligadas a quedarse sin hogar debido al aumento de los costes de la vivienda, sus vidas dejan de estar centradas en una vivienda estable. Esta inestabilidad aumenta la presión sobre el entorno:
- Aumento de los residuos: Sin acceso a servicios regulares de eliminación de residuos, las personas sin hogar pueden no tener más remedio que deshacerse de los residuos en zonas públicas.
- Pérdida de acceso al agua y al saneamiento: La ausencia de fuentes de agua limpia provoca la contaminación del medio ambiente, lo que afecta a la salud pública y a los ecosistemas cercanos.
- Dependencia de estructuras temporales: Las tiendas de campaña y los refugios improvisados se degradan rápidamente, lo que contribuye a generar residuos de plástico y tela que los municipios a menudo tienen dificultades para gestionar.
Explora cómo Crisis House presta servicios críticos a las personas sin hogar del este del condado de San Diego.
Gentrificación y lavado verde
La gentrificación se presenta a menudo como una revitalización de los barrios, con carriles bici, apartamentos que funcionan con energía solar y cafeterías ecológicas. Pero este barniz "verde" oculta daños medioambientales:
- Residuos de demolición: Derribar edificios antiguos para construir urbanizaciones de lujo genera enormes residuos de construcción.
- Aumento de las emisiones: A medida que los residentes con rentas más bajas son desplazados a zonas más alejadas y peor comunicadas, aumenta la dependencia del automóvil, lo que incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Pérdida de espacios verdes: Los proyectos de gentrificación pueden reducir la cubierta arbórea y los jardines comunitarios que antaño servían de amortiguadores medioambientales vitales.
Más información en nuestro post sobre cómo la gentrificación provoca la falta de vivienda.
La justicia medioambiental es justicia social
Las personas más vulnerables a quedarse sin hogar -familias con rentas bajas, supervivientes de la violencia doméstica, veteranos y discapacitados- suelen ser los mismos grupos más afectados por la degradación medioambiental.
En Crisis House creemos que la vivienda segura y la protección del medio ambiente van de la mano. Cuando las personas tienen acceso a una vivienda estable, se reduce la presión sobre los ecosistemas locales, disminuyen las emisiones y se favorece la salud de las comunidades en general.
Si estás preparado para formar parte de un futuro más sostenible y equitativo, participa hoy mismo.
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